Frida...gran artista, mujer. Frida, mujer en esencia, no siempre en estetica. Cuestión de contrucciones culturales, no legos de fantasía. Frida transgresora..Frida como símbolo de una sexualidad que hay que entender entre lineas. Límite de un sexo a otro, precipio, ahogo; espejo borroso. Frida como lucha de lo se refleja y de lo que se siente. Tranpa de la ilusionista en un mundo de devoradores y estereotipos.
Y tiene pelo ( no bello, tan fino que suena) en el pecho...y también en el cuello, y barba, así es, no pelusa..barba que intenta engañar de alguna manera. La suya. Como todas.. O quizá no. Cejas que retoca..o de-forma.
Cuerpo femenino, olor a luna...pero pelo. Pelo en territorio hegemónico masculino, pelo donde no se debiera..allá en lo naturalmente femenino. Frida se pregunta de naturalezas masculinas y femeninas pero no comprende..igual porque no existen.. Alguien se lo inventó y todas le creímos.
Frida soñando travesuras y alguna pesadilla. Frida replanteandose su sexualidad entre tormentas de verano y bajo el calor de la manta en invierno, bien cubierta, bien oculta.
Se esfuma el granizo y Frida sale a la calle. Frida con su pelo, con su masculinidad..más femenina que nunca. Frida transgresora, de nuevo. Frida revolucionaria de su propia identidad..Frida más que hombre, más que mujer. Frida ella mísma.
Y yo te quiero así. Así me quiero.
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